La vuelta al mundo de Illa y Pablo: Buenos Aires (11 al 14 Agosto 2011)

Chile fue la primera parada de nuestra andadura por Sudamérica. Ahora llegamos al rincón del Tango, Buenos Aires. Era invierno pero hacía bueno, aunque de vez en cuando chispeaba un poco. Pequeñeces!

Esta vez sí teníamos alojamiento reservado con anterioridad. Nos quedamos en un hostel temático de tango en el Barrio de San Telmo. Es una zona con mucho encanto, llena de calles por donde pasear y perderte por la ciudad.

Nuestro hotel temático

Plaza de Mayo

El primer día paseamos por el centro de Buenos aires, sacamos fotos a los monumentos más conocidos, recorrimos una de las calles peatonales más largas de la ciudad llena de tiendas J

Calle peatonal sin fin

Que de tiendas!

Catedral Metropolitana

La casa del Gobierno o "casa rosada"

En la Plaza de Mayo

A la mañana siguiente, antes de levantarnos notamos algo a los pies de la cama, como golpecitos. Pensé que Pablo me estaría dando con el pie. Pero no. Los golpecitos cada vez eran más fuertes, constantes… abrí los ojos… y empezó a caer agua el techo, cubos de agua!!! Llovía en la habitación. Allí estábamos intentando sacar las maletas mientras nos empapábamos… Al estar recién levantados, no dábamos crédito… pero después fue divertido. Y ni que decir tiene que después de mil disculpas por parte del hostel, esa noche nos salió gratis J (se había roto una tubería).

Cocina del Hostel

Recorriendo la ciudad

Fuimos a pasear por San Telmo, y acabamos en uno de los mecadillos más conocidos de la zona. Allí estábamos recorriendo los puestecillos, viendo tango en la calle, comprando algún broche artesano, alguna postal, y sacando muchas fotos. Como me gusta enredar!!!

Mercadillo de San Telmo

Callejeando

Al día siguiente quedamos con Peto, un amigo de Pablo. Fuimos a Tigre, una ciudad a las afueras de Buenos Aires. Tiene tres dársenas desde las parten a diario excursiones por el Delta en catamaranes, lanchas-almacén que abastecen a los habitantes de las islas con los más variados productos y barcos fluviales madereros. Es un lugar con mucho encanto.

Almorzando con Peto en el Tigre

Rumbo a las islas

Nos decidimos y dimos una vuelta en barco por los diferentes ríos. Era curioso ver las casas asentadas en pequeñas islas y que la única manera que tienen de llegar a la ciudad es en barco. A la orilla de las casas en lugar de ver coches en el garaje, están las barcas en los embarcaderos.

Paseo por el río

Que tranquilidad!!!

Lo mejor: ver las barcas-supermercado. Las mujeres en su barca se acercan remando y te ofrecen cantidad de productos que puedes comprar a pie de embarcadero o yendo en tu propio barco. También nos cruzamos con barcos que suministran a las casas agua, gas, bebidas, etc.

Suministrador

Barco mal aparcado

Al final de nuestro camino en barco comimos una parrillada argentina en toda regla, no podía ser menos! J Fue un día genial en Tigre con Peto (nuestro gran guía Cheto argentino). Muchas gracias corajudo!!!

Parrillada argentina!!!

Al día siguiente fuimos a la zona de Caminito. Pablo y yo nos pusimos a caminar desde San Telmo con un mapa en la mano hacia Caminito. Es cierto que había zonas un poco desérticas, industriales, abandonadas de camino pero seguíamos andando sin problema (aunque no es muy recomendable). Cuando llegamos a nuestro destino estaba lleno de gente sacándose fotos, en las terrazas comiendo, bailando tango, etc.

Caminito

Que de color!!!

Parada en Caminito

Caminito es una zona donde las casas están pintadas cada una de un color muy vivo. Antiguamente allí vivían familias de pescadores que pintaban las casas con la pintura que les sobraba de pintar los barcos. Por eso hay mucha variedad y cada una está de un color. Precioso y con ambientazo!

Guapoooooooooo

Comimos en una terraza al solete mientras veíamos tango en las calles, músicos pasar, gente sacándose fotos sin parar... era como estar en otra realidad.

Comiendo al solete con ambientazo

Empezamos el camino de regreso hacia nuestro barrio, pero esta vez ya no era necesario el mapa, teníamos todo controlado J. Fuimos a cenar rico para despedir este rincón tan auténtico y así poder seguir nuestra aventura.