Ko Lanta

Decimos adios a Phi Phi y nos vamos a Ko Lanta, una isla que está a una hora y media en barco y muy cerca de tierra. Dicen que en algunas playas de la isla la única compañía que hay son los búfalos que pasean por ellas tranquilamente.

Camino a Ko Lanta

Al llegar a las 17:00 al puerto de  Ko Lanta,  empezaron a ofrecernos alojamientos en diferentes zonas por precios varios. Nos dijeron que nos llevaban a ver uno con cabaña en la playa, con piscina que valía la noche 400 bth (8€ aprox) y que si no nos gustaba nos llevaban a otro. Entonces fuimos y la verdad es que era muy bonito, con jardín, piscina al lado del mar, un bar-chillout con música reggae donde poder cenar y tomar una cerve fresquita… y en el que finalmente nos quedamos. Que buen rollito!!

Chilling out

Nos llamó mucho la atención que en Lanta gran parte de la población es musulmana. En el hotel tenían claramente separado lo que era el bar con la musiquita y ,  alcohol del resto. El bar lo llevaban thailandeses,   el  hotel y restaurante los musulmanes. Era curioso porque siendo el mismo resort pedias la cena y unas cerves y al final te traían 2 cuentas distintas.

El día que llegamos estaba a punto de anochecer pero aún así  alquilamos una motito para ver un poco de la isla. Está poco explotada, con mucha naturaleza virgen allí donde vayas. Saliendo del camino del hotel estaba la calle principal que recorría los 33 km de isla. Fuimos hacia el norte de la isla hasta el puerto. De camino sólo te encontrabas motos que conducían despacito y todoterrenos, que luego entendimos porqué.

  

Accesos a la playa

Lo más destacado y sorprendente de Lanta son sus “gasolinerías”. Una imagen vale más que mil palabras. La gasolina te la venden en botellas de litro!! Y cuando paras te dicen: cuantas botellas quieres?

Gasolinería. "Quiero una botella"

Al día siguiente por la mañana fuimos hasta el sur de la isla. Vaya aventura!!! Llega un punto en que la “carretera” principal se acaba y es un camino de tierra lleno de baches y charcos. Fuimos recorriendo caminos mientras parábamos en las playas escondidas entre las montañas y la espesa vegetación. En uno de los tramos nos metimos con la moto en un charco de lodo y nos quedamos clavados. Muy clavados. No podíamos salir. Me baje de la moto para empujar pero no me podía mover, tenía las sandalias plantadas en el barro. 

Encuentra la chancla

Fue divertido la verdad. Conseguimos pasar y seguimos por esos caminos viendo playas, naturaleza y muchos resort en medio de la nada cerrados que sólo abren a partir de octubre.

Ese mismo día cenamos en el bar-chillout pescadito fresco a pie de playa. Aquello no tenía nada que ver con Phi Phi. Sólo veías a la gente que estaba en el mismo hotel porque fuera de él no había nada, por eso era necesario alquilar una moto para moverte por la isla. También aprovechamos que se estaba tan bien en el resort para tomarnos un día de relax total y disfrutar de la playa y de la piscina.

Resort de Lanta

Fue una lástima que no nos salieron unos días de sol. Aunque hubo momentos que sí que hacía calor y se estaba bien, la mayor parte del tiempo estuvo nublado y no pudimos ver un buen atardecer de Lanta (dicen que son los mejores de Thailandia).

Ko Lanta es una isla muy bonita, tranquila y que nos ha gustado mucho.  Si venís por Thailandia merece la pena venir a pasar unos días.

Próximo destino Ko Samui.

Relaxing

Recién llegados

Ranita en Ko Lanta

Mercado musulman

Playas del sur

Pablo volando

Elefante dejándose hacer

Ni el búfalo vino hoy

Acercándonos a los grandes caminos

A punto de comer en el restaurante del hotel

Cascarones

Que estilaSo!!!

Que gran pilloto!!!

Malo, malote...

Recogiendo arena

Haciendo de "anchoita"

Volviendo al hotel

Tranquilidad

Actualizando el blog

HASTA LA PRÓXIMA ENTRADA!!!!