sábado, 16 de julio de 2011

Chiang Mai (22 al 25 Junio 2011)

Después de dejar atrás Ko Tao cogimos un ferri que tardaría 5 horas hasta llegar a tierra, ya que pasaría por Ko Phangan y Ko Samui primero. Una vez en tierra, cogimos un autobús hasta Phuket para hacer noche allí y al día siguiente ir en avión hasta Chiang Mai.

Lo que en un principio nos dijeron que serían 4 horas y media de autobús, se convirtieron en 9 horas. El bus era local e iba parando cada 10 minutos. En teoría el autobús hacía 2 paradas una vez en Phuket: una cerca del aeropuerto donde poder coger un taxi hasta el hotel (que todavía no teníamos) y otra en el sur de Phuket cerca de los hoteles de la zona de playa más solicitada.

Tuk Tuk
Cuando llegamos a nuestra parada, la del aeropuerto, nos dejaron en un lugar donde había una oficina con un señor que decía que allí no había taxis.  Nos quedamos un poco alucinados porque no teníamos hotel todavía, era de noche y no había taxi para poder ir a ningún lugar. Al final hablando con el hombre, por un módico precio nos llevó en su coche a un hotel que estaba cerca de allí y del aeropuerto.

El hotel no estaba mal, pero como la cocina ya estaba cerrada tuvimos que andar carretera adelante en busca de algún sitio donde poder cenar algo. No fue tarea fácil porque en la carretera estaba casi todo cerrado, era de noche y estaba a las afueras del pueblo en caso de que lo hubiera. Después de caminar 10 min encontramos un sitio donde comer un arrocito e ir al hotel a dormir que al día siguiente había que madrugar para ir a Chiang Mai, y después del largo viaje ya no podíamos con nuestro ser.

El vuelo desde Phuket a Chiang Mai duro 2 horas. Una vez allí cogimos un taxi y nos dejo en la zona en la que queríamos quedarnos. Y una vez más empezamos a caminar con las maletas a cuestas en busca de un hotel donde quedarnos 4 días en Chiang Mai. Nos quedamos en uno que se llamaba “Smile House” y la verdad es que estaba muy bien. Tenía piscina, zona de internet y estaba en una zona muy buena para patear el centro de la ciudad y descubrir los templos.

Hogar temporal
Dejamos las cosas en el hotel y fuimos a dar una vuelta a ver como era la zona en la que estábamos. Chiang Mai tiene en el centro una zona amurallada que es la parte vieja donde hay muchas tiendas, restaurantes, templos, etc. La zona esta delimitada con unos fosos de agua formando un cuadrado perfectamente definido.

Ruta de Templos en el centro de Chiang Mai
Empezamos a caminar bordeando la zona “amurallada” y encontramos un templo muy bonito. En la puerta había un señoriño que nos ofreció llevarnos en la “bici-pedaleta” a varios templos cercanos por 2 euros. Aceptamos.  Fue muy divertido aunque probablemente iríamos más rápido andando que en aquel medio de transporte. Al principio pensamos que era una ganga aquel hombre, hasta que nos dimos cuenta de que casi todos los templos conocidos a los que nos llevó estaban prácticamente uno al lado del otro. Pero bueno, como buen turista, nada más llegar, pagas la turistada J

Ven que te enseño la ciudad
Despedimos los servicios del señoriño y fuimos andando por nuestra cuenta con un “mapa en 3D” bastante apañado. Se veía una ciudad curiosa, bonita, interesante y con muchas cosas por descubrir.

Visualizando el camino
Esa misma noche fuimos a un night market que había no muy lejos del hotel a enredar un poco. Era una calle muy larga llena de puestos de ropa a cada lado. Y por si fuera poco, casi al final de la calle había dentro del propio mercado otro aún más grande!!! No sabíamos donde mirar de las cosas que allí había. Podías comprar cosas de decoración, ropa de chico, de chica, cosmética, velas, plata, telas, jabones, etc. Había cosas realmente bonitas pero como el viaje debía seguir algún tiempo… poco cayó dentro de la maleta L
Callejeando encontramos un sitio “local” donde cenar rico-bueno y barato. La camarera “Puri” era una señora de lo más graciosa, estaba como las chotas. Nos contaba chistes, hacía en tonto… todo un show. 

"Puri" la mejor anfitriona
Elefante añadido por "Puri"
En la mesa de atrás nos pareció escuchar a españoles, y sí. Ahí estaban la pareja de galleguiños (Chisco y Mónica) y la pareja catalana (Jordi y Lidia). Que majos. Empezamos a hablar con ellos, fuimos a dar una vuelta por el mercado con ellos y al día siguiente quedaríamos en nuestro hotel a las 19:00 horas para ir a cenar y tomar algo todos juntos.

Al día siguiente seguimos nuestra andanza por las calles de Chiang Mai. Visitamos templos, nos perdimos por callejuelas, parábamos a comer en el sitio más rústico y de la zona que encontrábamos… éramos nativos de la zona, todo controlado J

Templo de cuyo nombre no consigo acordarme
Hay un calle de tiendas interesante J Paramos en una donde estaba llena de anillos de plata a partir de 2 euros.  Una ganga. Había tantos, de tantos colores,  formas, tamaños que ya no sabía ni lo que me gustaba. Lo curioso era el muestrario. Si querías verlos, tenías que ponerte a su altura. Os lo enseño mejor con una foto :-)

Viendo muestrario de anillos de plata: muy cómodo
Jordi y Lidia se cambiaron a nuestro hotel y estuvimos con ellos tomando una cerve mientras esperábamos a Chisco y Mónica que habían ido a una excursión a Chiang Rai y volverían un poco más tarde. Mientras les contamos a Jordi y Lidia la ruta que habíamos hecho nosotros por Thailandia para ver si así les dábamos alguna idea, ya que no sabían que querían ver. Al final salió de la conversación un muy buen itinerario que harían días más tarde. 


Lidia, Jordi e Illa cerveceando la espera
A Chisco y Mónica se les torció un poco la excursión y pensamos que no iba a ser posible verlos y despedirlos, pero sí. Fuimos a cenar donde la noche anterior, que Puri era la mejor anfitriona que habíamos tenido J Después de cenar tomamos una copita y fuimos al hotel que al día siguiente nuestros compatriotas ya se iban de Chiang Mai, unos a Pai al norte y otros al Railey al sur.

Chisco, Mónica, Lidia, Jordi, Pablo y yo con un gintonic fresquito
Al día siguiente alquilamos una motito y fuimos a ver un templo  en la montaña, Doi Sutep, que había que subir una escalinata de más de 300 escalones. El camino en moto era precioso, 20 km de curvas en la naturaleza subiendo la montaña. 


Motorizados con Style
A pie de escalinata
De camino paramos en un mirador desde donde se podía ver toda la ciudad de Chiang Mai. Una preciosidad. Seguimos serpenteando las curvas hasta que llegamos a Doi Sutep. Y como había budas, adivinar!!! Sí, empecé a sacar fotos como una loca. Son maravillosos!!!


El mundo es mio!!!
Nos descalzamos para entrar en el recinto, pero eso no era todo. Cuando unos chinos nos estaban sacando una foto, una chica se acerco y le dijo algo para que nos lo dijera. “había que cubrirse por respeto a Buda”. Allí fui una vez más a que me vistieran de forastera, pero esta vez no estaba del todo mal en modelito. Al menos no era hawaiana…


Campanero
Era precioso ver aquellos Budas y Wats (parecido a pirulís) tan dorados y majestuosos. Impresionaba. La gente llevaba ofrendas, daban donativos y se movían con un sigilo y silencio increíble.  Sacamos muchas fotos, Pablo tomo un rico café mientras los mosquitos se ofrecían a mi… ya no tenía sitio donde picar, pero ellos venían y lo encontraban…


Wat maravilloso
A pie de Templo
Después de ver el templo, volviendo a Chiang Mai empezó a chispear un poco, pero nada importante. Paramos a comer y ahí sí que fue cuando empezaron a caer cubos de agua. La moto aparcada en la puerta se estaba empapando y los cascos colgados del manillar hacían de peceras. Imposible salir de allí. 

Cuando dejó de llover un poco fuimos con la moto a un mercadillo local de esos que me gustan tanto llenos de colores. Había pescadería, huevos rosas, mil tipos de arroces, pescado tieso, etc. Estos son los mejores mercados y más auténticos. Hay que buscarlos allí donde estes porque vale la pena mezclarse en las callejuelas estrechas, con olores varios característicos, colores…

Ni el valenciano sabe que arroz pedir...
Y de huevos ya ni hablamos... rosas???
Era nuestra última noche allí y la verdad que el tiempo no acompañaba mucho. Fuimos al hotel a descansar un poco y salimos a dar un paseo por la zona a ver que encontrábamos. Paramos a cenar en un sitio que no podía ser más auténtico. Era un espacio con mesas y sillas bajo un techo donde al final estaba la “cocina”. Te sentabas y pedías la comida, y si querías algo de beber tenías que levantarte y coger los vasos que estaban al final de las mesas. Si querías hielo también tenías que servirte tú mismo de un arcón enorme que había al fondo. Gran rincón Chiang Mai. 

Cena de despedida: 2 euros los 2. Buena inversión
Tiene ciudad, templos, montaña, buen ambiente, rica comida, barato, etc. Es un lugar que debería ser parada obligatoria si visitáis Thailandia.

Gongonero!!!
Como pesaba el Gong...
Que me gusta un dorado
Allí donde va, hace amigos
Con cara de susto porque me estaban echando la bronca desde el fondo
Buditas
Templo de la era anterior a los dinosaurios
¿Quien es quien? Creemos que ni respiraba..
Me cogió desprevenida
Que bonito joé
Nuevo diseño de nuestra casa
Restaurante local auténtico
Este también era bastante lugareño
Camino a la montaña, muy divertido
Illa con cascarón
Revieja - chulita
En el Templo Doi Sutep
Parezco una campesina
Mostrando mis respetos a Buda con la estatua a la izq
Subiendo los 300 escalones
Ahora bajando
La pescadería
Pescadito preparado para Take away

Mercadilloooooo
"Esta vespa anda" no como la mia...
Restaurante rico, no muy bonito y barato
Hotel Smile
Hotel en Chiang Mai
Acueducto de Chiang Mai
Canales que sustituyen a las antiguas murallas
Calle de Chiang Mai
Tuk Tuk
Calle del Hotel
Almorzando Noodles del 7 eleven. Todo un clásico
Pá haberse matao

HASTA PRONTO!!! NO TARDAREMOS J




No hay comentarios:

Publicar un comentario